Prevenir una fractura de cadera en ancianos

Al envejecer, las caídas son uno de los mayores temores a los que tienen que hacer frente los ancianos y sus familias. Y es que no es de extrañar que ante el avance de las limitaciones físicas, que pueden repercutir en la movilidad, se sucedan este tipo de accidentes, producto de la pérdida de equilibrio o de estabilidad. Estás caídas, acompañadas de la debilidad de los huesos, pueden derivar en lesiones de mayor o menor grado. Siendo la fractura de cadera en ancianos, una de las principales afecciones de la edad.

Factores de riesgo de la fractura de cadera

Es importante recalcar que el riesgo de padecer una fractura de cadera, o rotura del cuello del fémur, aumenta con el paso de los años. La debilidad de los huesos (osteoporosis), la mala visión, los problemas de equilibrio y de movilidad, son las variables que provocan este aumento de las posibilidades de tener este tipo de lesión. Además, más allá de la edad, existen otros factores de riesgo:

  • Sexo: la mayoría de fracturas de caderas se producen en mujeres (la pérdida de densidad ósea es mayor que en los hombres).
  • Trastornos crónicos: algunas enfermedades, como el Alzheimer o el Parkinson, que generan un deterioro cognitivo, aumentan el riesgo de sufrir caídas.
  • Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física (y de una nutrición insuficiente) implica una debilidad muscular y ósea por encima de lo deseado.

Posibles complicaciones de la fractura de cadera en ancianos

Cualquier enfermedad o lesión puede derivar en numerosas complicaciones que afecten en el bienestar de la persona. Este hecho, se acrecienta en el caso de las personas mayores, ya que su deterioro físico y cognitivo incide en la recuperación y secuelas que pueden dejar. Las complicaciones en una lesión como una fractura de cadera en ancianos pueden ser múltiples entre las que destacan:

  • Pérdida de la masa muscular: situación que puede provocar un riesgo mayor de sufrir caídas.
  • Coágulos de sangre en las piernas.
  • Escaras o úlceras.
  • Pérdida de la movilidad y de la autonomía de forma irreversible (el 50% de los casos en personas mayores no recuperan.

¿Cómo podemos prevenir una fractura de cadera en personas mayores?

Tener un estilo de vida saludable es el mejor método de evitar este tipo de lesiones, una correcta nutrición (Ingiriendo la cantidad adecuada de calcio y vigilando los niveles de vitamina D), realizar ejercicio físico acorde a nuestras posibilidades (salir a pasear durante media hora cada día) y prevenir los posibles efectos de la mala visión o sordera (que afectan a la estabilidad de las personas) operando o con el uso de accesorios para subsanar estas carencias.

El apoyo de una cuidadora de ancianos

En definitiva, el mejor modo de prevenir una fractura de cadera en ancianos es evitando las caídas. Y con el apoyo de una cuidadora de personas mayores en todos los desplazamientos que tengan que hacer, o gracias a su simple supervisión, se podrán prevenir todos estos sustos productos de las caídas que pueden derivar en complicaciones para la salud. El bienestar de nuestros mayores estará más que asegurado con el servicio de una enfermera especializada en la asistencia domiciliaria de personas de la tercera edad.

1 comentario en “Prevenir una fractura de cadera en ancianos

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