¿Qué hacer cuando un anciano no se deja cuidar?

Al envejecer, nuestro cuerpo se debilita, perdemos autonomía y aparecen algunas enfermedades que dificultan el día a día. Por esto, es esencial que alguien cuide de nuestros mayores, pero el problema aparece cuando nuestros mayores no se quieren dejar cuidar.

¿Por qué algunos mayores que no se dejan cuidar?

Es habitual que los familiares de las personas mayores recurran a servicios a domicilio o a las residencias, para así asegurar el buen cuidado de sus mayores, pero no es sencillo convencer a los más grandes de la familia de que necesitan ayuda y cuidados.

Cuando le proponemos a nuestros mayores que un cuidador le visite a casa para ayudarlo en lo que necesite suelen ser bastante reacios, incluso, son capaces de negar que necesitan ayuda. Ellos deben comprender que existen ciertas tareas que ya no pueden hacer como antes y que pueden resultar perjudiciales para su salud.

Para nadie es agradable reconocer que ha perdido las habilidades básicas y su autonomía o que necesita la ayuda de terceros constantemente. Esta situación es realmente delicada, pero es necesario afrontarla con empatía, comunicación y paciencia.

La necesidad de comprender al mayor

Debemos tener en cuenta que nuestros mayores no vendrán a pedirnos ayuda. Por esto, es muy importante que los familiares sean capaces de detectar cuando el mayor necesita de cuidados, convencerlo de ello y escuchar su opinión para poder ofrecerle el servicio que él prefiera para su cuidado.

Cuando llega el momento de decidir qué podemos hacer para asegurar el buen cuidado de nuestros mayores debemos comprenderlos y tener en cuenta su opinión. Para ello, es esencial conseguir que reconozcan que necesitan ayuda. Esto no es sencillo, sino que requiere de tiempo, paciencia, afecto, comunicación y mucha comprensión.

Es necesario saber el por qué nuestros mayores no se quieren dejar cuidar y, esto, sólo lo conseguiremos si nos comunicamos y empatizamos con ellos.

Cómo convencer a nuestros mayores

El primer paso para convencer a nuestros mayores es hablar con ellos varias veces sobre el tema y conseguir que expresen todo lo que piensan y sienten. Esto puede durar días y semanas. Mantén la paciencia, tus padres se la merecen.

Una vez hayas conseguido que el mayor exprese sus necesidades de ayuda y cuidados, deberemos pensar qué servicio es el más adecuado para asegurar su comodidad, cuidado, salud y bienestar. Es necesario ser conscientes de las necesidades y del nivel de dependencia de la persona mayor, pero, sobre todo, es esencial tener en cuenta su opinión para escoger al servicio encargado de sus cuidados: ¿residencia o cuidador?

La mayoría de ancianos preferirán seguir viviendo en su propio hogar. En estos casos, cuando el nivel de autonomía del mayor no se ha deteriorado en un grado elevado, el servicio de apoyo a domicilio es la mejor solución para permitir a tus mayores seguir envejeciendo en su casa, sin necesidad de cambiar de hábitos, costumbres y entorno.

Es muy importante que entendamos la diferencia entre “convencer” e “imponer” para asegurar una buena comunicación con el mayor y un buen proceso de aceptación de la necesidad de sus cuidados. Las personas mayores tienen el mismo derecho a decidir que cualquier otra persona. El papel de los familiares es guiarle para asegurar su salud, bienestar y calidad de vida, pero sin obligarles a nada contra su voluntad.

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