
Las personas mayores valoran su independencia y generalmente no
expresan que necesitan ayuda. Como resultado del crecimiento, es normal
que experimenten cambios en su salud relacionados con la edad.
La vista y la audición pueden declinar, los músculos pueden perder masa, los huesos pierden densidad, las articulaciones se endurecen, sobre todo si no se es activo físicamente. Es posible que los pequeños cambios en la salud no parezcan afectar la capacidad de una persona para vivir por sí misma, pero el total acumulado puede tener un impacto importante.
Sólo se necesita un problema de salud importante para detonar todo el cúmulo de padecimientos que lleva acumulado. Alguien con demencia no podrá cuidar de sí misma. Esto también puede ser cierto para personas con muchas otras afecciones crónicas, como el Parkinson, artritis reumatoide, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (una afección pulmonar conocida como EPOC), degeneración macular relacionada con la edad (que causa la pérdida de la visión central) o grave depresión.
Algunas señales, por ejemplo, son cuando la casa está más desordenada de lo normal o comida en el refrigerador que no se come se echa a perder, citas médicas perdidas, señales de lesiones o quemaduras; estas son señales que indican que algo está ocurriendo y se deben tomar medidas para brindar ayuda a tus familiares.
Considera consultar a los expertos para obtener la evaluación detallada para descubrir qué soluciones se necesitan. Estos son los signos que debes detectar a tiempo para poder intervenir de forma oportuna a tus padres:
1) No pagar las facturas de la casa, detectas que los documentos
importantes ya no se guardan en su lugar y por el contrario se dejan
tirados.
2) No reconocer una necesidad dar mantenimiento a
la casa, por ejemplo, el pasto alto, plantas secas, la basura dentro del
domicilio y el correo acumulado.
3) Conducir se convierte en
un problema, por ejemplo cuando ya hay un aumento considerable de
infracciones de tráfico y accidentes.
4) No comer
regularmente, ahora tus padres ya muestran fatiga y falta de motivación
para preparar las comidas, ya no comen a horas regulares o le faltan
comidas por completo.
5) Disminución de la higiene personal,
te percatas que ya tienen el cabello descuidado, las uñas sucias, tienen
mala higiene bucal, olor corporal o urinario.
6) Ya no le dan importancia a la limpieza del hogar, y detectas ropa sucia acumulada, el fregadero lleno y el piso sucio.
7)
Pierden los medicamentos, los padres ya olvidan el medicamento, la
cantidad y tiempo en que deben consumirlos. Toman pastillas equivocadas
en el momento equivocado.
8) Resistencia a salir de la casa,
tus padres ya no están haciendo sus recados habituales ni las visitas a
los amigos y familiares. Duermen largos períodos y no se interesan en
pasatiempos habituales.
9) La movilidad disminuye. Subir y bajar escaleras o entrar / salir de la casa se convierte en un desafío.
10) Comienzan a tener pérdida de memoria considerable y ya han tenido episodios de desorientación o nombres y palabras comunes.
Una vez que detectas estos síntomas, y decides que tus padres necesitan ayuda, el siguiente paso es determinar de qué tipo: un centro de día para personas mayores , entrega de comida, consejería psiquiátrica, cuidados del hogar, etcétera.
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