Cuidar a una persona con la enfermedad de Alzheimer

Un desafío angustiante y agotador

“El alzheimer golpea el cerebro del enfermo y el corazón de los familiares”.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica y progresiva caracterizada por la disminución de las funciones cognitivas, como puede ser el razonamiento, el recuerdo y la planificación. Afecta a las personas de diferentes maneras, de modo que cada uno tiene una progresión distinta de la enfermedad.

Cuidar a una persona con Alzheimer es uno de los mayores retos a los que una persona se puede enfrentar. Desde Sehogar queremos compartir los diversos aspectos que los cuidadores deben tener en cuenta y deben considerar en el cuidado de una persona con Alzheimer. Para ello hablaremos de las etapas reconocibles de la enfermedad, los desafíos de cuidar a alguien con ella y de las herramientas que se necesitarán para enfrentarse a una enfermedad tan compleja e impredecible como es el Alzheimer.

Las etapas de la enfermedad de Alzheimer

Uno de los objetivos más importantes que puedes establecer como cuidador es fijar expectativas razonables. La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad que afecta la memoria, el juicio y el pensamiento lógico de la persona. Estos síntomas pueden intensificarse a medida que avanza la enfermedad y provocan la disminución de las habilidades de tu ser querido. Aunque existen tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, los médicos aún no pueden curarla. La esperanza de vida después de un diagnóstico de Alzheimer generalmente varía de 6 a 8 años, pero puede llegar a 20 años para algunas personas.

La enfermedad de Alzheimer tiene tres etapas:

La primera etapa, que es la más ligera, nuestro ser querido comienza a perder la memoria ocasionalmente. Unos claros ejemplos podrían ser olvidar dónde están sus pertenencias y otros datos u objetos. En esta etapa de la enfermedad de Alzheimer, muchos pacientes tienen dificultades con un razonamiento más complejo y tienen cambios de personalidad prolongados.

Mediante la detección temprana, puedes explorar tratamientos que podrían aliviar los síntomas y ayudar a tu ser querido a mantener un nivel alto de independencia por más tiempo.

En la segunda etapa, la enfermedad es moderada. En este punto, los primeros síntomas como son la pérdida de memoria, los cambios de personalidad y la confusión se intensifican. Los cuidadores ahora necesitan ayudar a la persona afectada a ubicarse en su entorno, ya que puede tener dificultades para identificar dónde se encuentra y, por lo tanto, ponerse en riesgo sin darse cuenta.

La etapa final de la enfermedad de Alzheimer, es la fase de demencia severa. En esta etapa, el adulto mayor ya no puede seguir una conversación o interactuar con su entorno y necesita supervisión las 24 horas. Además de las facultades mentales en declive, los trastornos físicos causados ​​por la enfermedad comienzan a manifestarse. La persona puede tener dificultad para caminar, sus músculos y reflejos pueden reaccionar de manera anormal y pueden terminar incapacitados para alimentarse.

Es esencial para un cuidador estar mentalmente preparado, saber qué esperar y resistir la tentación de sentirse culpable de varias maneras a medida que avanza la enfermedad.

Retos a los que se enfrentan los cuidadores de personas con Alzheimer

A medida que avanza la enfermedad, se vuelve más difícil que los cuidadores de personas se puedan dedicar plenamente con la persona afectada con la enfermedad de Alzheimer. Las dificultades a las que se enfrenta el cuidador en este momento se agrupan en dos puntos. Por un lado están los conflictos a nivel personal del cuidador, a los que se añaden las dificultades de cuidar a su ser querido.

El ser cuidador de una persona con Alzheimer es una experiencia muy dura y angustiante, ya que ver que no seas reconocido por tu ser querido después de tantos años con él, da mucha tristeza. Para llevarlo mejor, tienes que recordar que esto no tiene nada que ver contigo, sino solo la trayectoria natural de la enfermedad.

Los desafíos a los que se enfrentan los cuidadores de personas con demencia son muchos. Las facultades de tu ser querido pueden fluctuar de hora en hora o de día en día, así que no esperes que su comportamiento sea consistente. Cuando un adulto mayor se encuentra en las etapas avanzadas de la enfermedad de Alzheimer, es posible que debas ayudarle para ir al aseo, la limpieza intima además de otras muchas cosas. Tener que vigilar constantemente a una persona mayor también puede convertirse en una fuente de ansiedad. La razón es clara: tu ser querido es propenso a perder la orientación y las habilidades cognitivas necesarias para llegar a casa.

Algunos consejos para ayudarte a cuidar a una persona con Alzheimer

El mejor consejo que podemos darte cuando se trata de cuidar a una persona con demencia es tener paciencia. Cuando te comuniques con tu ser querido con Alzheimer, tienes que decirle oraciones cortas. Cuanta más información contengan, más probable será que stu familiar se confunda y más difícil será para él entender lo que le estás diciendo.  

Cuando planifiques su día, intenta evitar cambiar su rutina diaria. Trata también de mantener su apariencia física tal y como era antes de que su estado de salud comenzará a disminuir. Intenta dar algún sentido de normalidad a todo lo que está pasando. Asimismo, deberás ser práctico y establecer prioridades según se encuentre su salud, ya que las actividades simples como lavarse los dientes o ducharse pueden convertirse en un desafío.

Las tareas que puedes realizar con la persona querida tienen que ser simples y breves. Es bueno realizarlas varias veces al día. Actividades tales como tareas domésticas y juegos simples pueden ayudar a mantener las habilidades motoras. Por otro lado, escuchar música es una actividad muy relajante, atractiva y que puede ayudar mucho.

Tienes que tener en cuenta que los efectos persistentes de la enfermedad en los cuidadores serán muy difíciles de manejar, especialmente cuando la persona es un miembro de la familia. Sin embargo, si buscas apoyo y sigues los consejos de los médicos, tú y tu familia experimentaréis la experiencia con menos dificultad.

Tenemos que tener en cuenta que los cuidadores de personas con Alzheimer no profesionales son un grupo de riesgo frente a la enfermedad del Alzheimer. Tristemente, es común ver cómo los cuidadores sufren trastornos fisiológicos y orgánicos. Las causas son variadas, muchas de ellas de origen muscular, y acaban apareciendo debido a la sobrecarga física y emocional que deben soportar. Los principales peligros a los que se enfrentan son los problemas gastrointestinales, respiratorios y las enfermedades cardiovasculares.

En ocasiones, aunque nos cueste dejar a nuestro ser querido en otras manos, es recomendable pedir ayuda para el cuidado de personas.  Cuidar de un ser querido sin ayuda supone un gran sacrificio.

Cargar sobre nuestros hombros del cuidado de un ser querido, día tras día, durante un largo periodo de tiempo y sin ayuda externa, puede hacer que nuestra vida comience a tambalearse. La vida profesional y personal tiene muchas patas, pero si alguna de ellas comienza a fallar, corremos el riesgo de caer con ellas.

¿Te has encontrado en la situación de cuidar de un ser querido con Alzheimer? ¿Cómo ha sido o está siendo la experiencia? Desde Sehogar te damos todo nuestro apoyo y cariño, pues somos conocedores del choque de emociones que se producen al enfrentarse a una enfermedad así.

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