Listado de consejos:
– Visitar a nuestros padres y contactar con ellos, ponerles una rutina diaria, dividir las visitas y la responsabilidad del cuidado entre los hermanos, estar pendiente de los controles médicos y de los tratamientos y mantenerles activos hará que nuestros padres se mantengan sanos, tanto en el aspecto emocional como físico. Si ellos están bien, nosotros nos sentiremos mejor.
– Intentaremos que se sientan activos aunque nuestros seres queridos estén jubilados. Tenemos que ayudarles a encontrar una actividad que les guste y les motive. Lo importante es que su cuerpo y mente estén ocupados, estimulando así su memoria, musculatura y autoestima. Intentaremos que se reúnan con sus amistades, que asistan a cursos, que salgan de paseo o hagan un viaje de ocio. Todo esto puede ayudarles a sentirse más alegres y que se olviden de las dolencias propias de la vejez.
– La paciencia y la compresión es la clave para hacerles sentir bien a nuestros mayores. Debemos lograr ponernos en la piel de de nuestros padres y entender la etapa de su vida en la que se encuentran. Viven sin trabajar, con achaques de salud propias de la edad, con menos energía y menor vida social. Si conseguimos empatizar con ellos, nos será más fácil comprender sus episodios de frustración, de mal humor o de necesidad urgente de ayuda. Poniéndonos en su lugar les haremos sufrir menos.
– Es fundamental que nuestros familiares sientan que tenemos contacto permanente. Aunque no necesiten vernos todos los días, podemos mantenernos en contacto diariamente gracias a una llamada, un mensaje o videollamada. Si saben de nosotros, se sentirán más reconfortados y vivirán con menos preocupaciones. Esto les dará seguridad, ya que sabrán que si necesitan algo pueden localizarnos. También ayuda a su salud mental saber que siguen siendo una parte importante en nuestras vidas. Si nos apoyamos en las nuevas tecnologías de una forma inteligente nos ayudará en el contacto y en la ayuda del día a día.
– Tenemos que estar atentos a los ingresos mensuales de nuestros padres, ya que en algunos casos puede no ser suficiente, y esto podría causarles estrés y depresión, entre otros problemas de salud. Si podemos permitírnoslo podemos ofrecerles una cantidad mensual para sus gastos, esto les dará más tranquilidad.
– Otra forma de ayudar a nuestros padres a vivir una mejor vejez es asegurarnos de que su hogar está en buenas condiciones y adecuado a sus necesidades. Por poner un ejemplo, deberemos evitar las escaleras y tener un suelo resbaladizo, y cambiar la bañera por una pila de ducha con alguna alfombra antideslizante.