La tercera edad puede ser una época muy feliz para las personas. Sobre todo si se sienten valoradas, queridas y cuidadas. Además, es importante evitar circunstancias que puedan mermar su calidad de vida y saber cómo comportarse a la hora de afrontar ciertos problemas que puedan tener. En las siguientes líneas te hablaremos de uno de los más habituales: descubrirás cómo actuar frente a la caída de una persona mayor.
¿Qué debes saber sobre las caídas en las personas mayores?
Las caídas en las personas mayores son muy frecuentes. En muchos casos no ocasionan grandes daños, pero en otros sí. Por eso, es necesario minimizar su incidencia y saber cómo actuar en todo momento. Otro aspecto a tener en cuenta es que según algunos estudios alrededor de la mitad de los ancianos que se caen al suelo lo suelen hacer en repetidas ocasiones. De hecho, haberse caído una vez se incluye dentro de los factores de riesgo para este tipo de accidentes.
Aún con todo lo comentado, lamentablemente las caídas pasan muchas veces desapercibidas. Incluso hay quienes creen que son algo normal en la tercera edad y que no es necesario darles demasiada importancia. Este pensamiento es común entre los propios mayores, que muchas veces no cuentan a sus familiares que se han caído para que no se preocupen.
Sin embargo, quitar hierro a estos accidentes es un serio error y por eso en las siguientes líneas queremos que descubras cómo actuar frente a la caída de una persona mayor. Pero antes de seguir hacerlo, queremos mostrarte algunos datos destacados sobre la caída de una persona mayor, son estas:
- Suelen producirse en los hogares de los ancianos. Sobre todo en el baño, el dormitorio y la cocina.
- Una de las caídas más frecuentes es en las escaleras, sobre todo al bajar y en los primeros o en los últimos escalones.
- No hay un momento del día y ni una época del año con una mayor incidencia.
¿Cómo debes actuar frente a la caída de una persona mayor?
Si estás presente cuando se cae el anciano, es esencial que intentes estar tranquilo. En primer lugar porque actuarás mejor y en segundo porque le trasmitirás calma. Ten en cuenta que si haces las cosas sin pensar, el accidente puede tener peores consecuencias.
Empieza por hacer una valoración de la caída. Lo primero es comprobar si la persona está consciente, después vigila si está sangrando, si presenta alguna herida o contusión o si puede tener alguna extremidad fracturada. En el caso de que esté consciente, habla con el anciano para comprobar si se encuentra desorientado o no.
Cuando el estado del anciano es relativamente bueno, puedes ayudarle a levantarse. Una de las opciones es intentar poner al anciano boca abajo. Después, ayúdale a que apoye tanto los codos como las rodillas en el suelo. A continuación, haz que se incorpore hasta ponerse de rodillas. A partir de esa postura, ya puede incorporarse apoyándose en ti o en la pared.
Haz que se siente y llévale un vaso de agua, vuelve a preguntarle cómo se siente, comprueba que no está desorientado y revisa de nuevo si tiene alguna clase de lesión. Aún que esté bien, es bueno que lo vea un médico. Llama a los servicios de urgencias, relata lo sucedido y sigue sus instrucciones.
¿Cuándo llamar a urgencias después de la caída de una persona mayor?
En el apartado anterior te hemos mostrado cómo actuar frente a la caída de una persona mayor si notas que está bien. Te hemos animado a incorporar al anciano, ya que no es bueno que permanezca en el suelo si puede incorporarse. Ahora bien, ¿cuándo es necesario llamar a los servicios de emergencia antes de levantar al anciano? En los siguientes casos:
- La persona pierde el conocimiento en algún momento o se encuentra desorientado.
- Siente un dolor que no le permite moverse.
- Está sangrando, por la herida que se ha hecho o por la nariz, la boca o los oídos.
- Se aprecia una fractura, herida o golpe importante.
- Vomita o tiene náuseas.
- Respira con dificultad.
- Lo notas somnoliento.
¿Qué factores incrementan el riesgo de sufrir una caída?
Es cierto que muchos accidentes no es posible evitarlos, pero no lo es menos que sí se pueden conocer las causas que incrementan el riesgo de sufrir una caída. Los profesionales hablan de dos tipos de factores: intrínsecos y extrínsecos. En los dos siguientes apartados los conocerás mejor, es importante que lo hagas, ya que puede ayudarte a evitar futuros accidentes.
¿Qué factores intrínsecos pueden ocasionar la caída de una personas mayor?
Los factores intrínsecos son aquellos que están relacionados con el propio anciano, estos son los principales:
- Algunas enfermedades, como cualquier tipo de demencia.
- Ciertos tratamientos farmacológicos.
- Problemas visuales, auditivos o vestibulares.
- Trastornos relacionados con el equilibrio, la movilidad y la marcha.
- Deterioro a nivel cognitivo.
- Desorientación.
¿Qué factores extrínsecos pueden estar detrás de la caída de un anciano?
Las causas extrínsecas son externas al paciente, estas son algunas:
- Una mala iluminación.
- Un suelo mojado.
- Una ducha de difícil acceso.
- Un calzado inapropiado.
¿Qué consejos pueden ser útiles para evitar las caídas en la tercera edad?
Es importante que tanto el anciano como sus familiares o la cuidadora que le atiende minimicen el riesgo de caída. Hay que ser realistas y reconocer que los accidentes no se pueden evitar al 100 %, pero sí es posibles reducir las posibilidades de tener uno. Para conseguirlo, toma nota de estos consejos:
- Iluminación. Hay que iluminar bien todas las zonas de la casa. Es importante que tenga cerca de la cama un punto de luz, por si se tiene que levantar durante la noche.
- Orden. No dejar ningún tipo de objeto en medio para evitar que tropiece.
- Baño. Cambiar la bañera por un plato de ducha e instalar una barra para que pueda sujetarse. También sería conveniente que contará con un taburete para sentarse y que el suelo sea antideslizante.
- Escaleras. Las viviendas que tengan más de una planta deben tener una barandilla en la escalera que sirva de apoyo.
- Asientos. Tanto las sillas como los sofás de la cama deben tener la altura adecuada, para que el anciano puede sentarse y levantarse con facilidad.
- Silla de ruedas. Si utiliza silla de ruedas, es fundamental que tenga puesto el freno al sentarse y levantarse.
- Calzado. El calzado debe ser apropiado para el uso que se le da, ser cómodo y utilizar siempre su número de pie.
Además, si el anciano se ha caído repetidas veces o tiene problemas de movilidad, resulta conveniente que siempre salga a la calle acompañad para evitar accidentes. En esos casos, también es indispensable que su médico tenga esta información para que pueda comprobar si detrás de las caídas se oculta algún problema de salud o si es necesario cambiar la medicación que toma.
Saber actuar frente a la caída de una persona mayor es fundamental, por eso sigue todos los consejos que has visto en este artículo y conseguirás minimizar sus consecuencias.